El sistema de poleas tiene un papel fundamental en la función del aparato flexor de los dedos de la mano. La lesión de una de ellas, que se conoce como “dedo del escalador”, puede producir alteraciones funcionales importantes, llegando a ser realmente invalidantes.     

Este tipo de lesiones son frecuentes en el ámbito deportivo (escaladores, jugadores de bolos o en el baloncesto), tras traumas directos, como complicación en la cirugía del dedo en resorte, y en actividades profesionales que precisen un fuerte agarre sujetando cargas de peso.

Las poleas digitales son vainas fibrosas que forman parte de la anatomía y biomecánica del aparato flexor.  Este aparato está compuesto por cinco poleas anulares (A1-A5) y tres cruciformes ( C1-C3). La A2 y la A4, al ser las más grandes y resistentes, son las más importantes biomecánicamente y, por tanto, fundamentales para la flexión de las articulaciones interfalángicas proximal y distal. 

La función principal de las poleas digitales es mantener el tendón flexor en contacto con el hueso para realizar una excursión correcta del flexor  y evitar el desplazamiento palmar del aparato flexor, y en caso de lesión  producir  un  fenómeno en ‘cuerda de arco’.

Clasificación en grados de la lesión por poleas

  • Grado I:  Distensión de la polea
  • Grado II: Rotura completa de la polea A4 o parcial de la A2 o A3
  • Grado III: Rotura completa de la polea A2 o A3
  • Grado IV: Roturas múltiples (A2-A3,A2-A3-A4) o rotura única de A2 o A3, combinada con músculos lumbricales o lesión del ligamento colateral

Diagnóstico

Nos basaremos en la clínica: inflamación y dolor a la palpación sobre la zona de la polea, asociado con frecuencia  a un chasquido. Limitación dolorosa de la flexo-extensión. 

Importante valorar lesiones asociadas, como la afectación de los ligamentos colaterales. 

La prueba de elección para evidenciar lesión en las poleas es la ecografía. 

La radiología será útil  para descartar lesiones óseas, como el arrancamiento de la placa palmar.

Tratamiento

El enfoque terapéutico será diferente dependiendo del grado de la lesión:  

Ortopédico: 

Grado I: inmovilización de entre 8-10 días 

Grado II-III: férula digital durante 2-3 semanas seguidas de la utilización de ortesis (anillo) durante 8-10 semanas. Durante estas semanas se realizaría movilización de los dedos, bajo supervisión de rehabilitación, evitando siempre la hiperextensión y flexión resistida del dedo afectado. Tras retirar la ortesis, se recomienda mantener la RHB durante unas 4-6 semanas más.

Quirúrgico:

En los casos de lesión de dos poleas, grado IV, se procederá  a valorar la reconstrucción de la polea. Se han descrito multitud de técnicas en la literatura.

Conclusión

Es muy importante destacar que en este tipo de lesiones digitales, en muchas ocasiones, pueden quedar enmascaradas bajo un diagnóstico de capsulitis, tendinitis, etc. El diagnóstico precoz es fundamental para poder iniciar cuanto antes el tratamiento adecuado y así poder conseguir una recuperación funcional completa.

 

Bibliografía

Autor: Dirección Asistencia Sanitaria Asepeyo


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