Las lesiones por inyección a alta presión son típicas del medio industrial y suelen producirse por accidentes con pistolas inyectoras de grasa o pintura, y pueden añadir otros materiales como aceites minerales, disolventes, resinas, agua, aire, etc. 

El manejo o limpieza imprudente de las pistolas que expulsan sustancias a gran presión de  (100-700 Kg/cm2), pueden provocar heridas de entrada de pequeño tamaño, inyectando gran cantidad de sustancia tóxica que se difunde por los tejidos aumentando la presión y volumen en un compartimento.

Son poco frecuentes y  su presentación habitual consiste en una  lesión puntiforme de aspecto banal que  hace que se trate tardíamente. Por este motivo, no debemos infravalorar la lesión y debe tenerse en consideración puesto que se trata un tipo de lesión aguda severa,  que precisa de una actuación urgente.

La lesión suele afectar con mayor frecuencia al 2º dedo seguido del pulgar de la mano no dominante (mano que no maneja la herramienta).

Este tipo de lesiones se deben remitir a Urgencias del Hospital, para su valoración y tratamiento precoz, con el fin de reducir el riesgo de complicaciones. En especial, de amputación.

Cuadro clínico

  • Se presenta como  una lesión cutánea puntiforme  de aspecto banal, dolorosa, apareciendo en unas horas tumefacción, alteración de la sensibilidad  y disfunción de la perfusión con palidez local.
  • Si el elemento inyectado es aire comprimido, aparecerá crepitación (enfisema subcutáneo), del que deberá hacerse diagnóstico diferencial  con un proceso infeccioso.
  • La sintomatología y la gravedad de la lesión podrá variar en función del elemento inyectado.
  • El agua y el aire son de características más benignas, permitiendo una conducta terapéutica más conservadora.
  • Los disolventes suelen ser muy irritantes y con una distribución más rápida cuanto menor es su viscosidad. Las pinturas son altamente citolíticas. Son productos que provocan lesiones graves, tienden a causar necrosis del tejido blando con altas tasas de amputación asociada.
  • Las lesiones por grasa tienden a causar fibrosis de los tejidos blandos.
  • Con frecuencia aparece linfangitis e infección,  lo que hace aumentar el riesgo de amputación.

Diagnóstico

En la radiografía simple se puede observar, según el material inyectado. Si el fluido es radio-opaco, se evidencia  la intensidad de la infiltración. En fluidos radio-lúcidos, se puede apreciar enfisema subcutáneo mediante radiografías de baja intensidad.

La ecografía sería el método de elección por ser la técnica de imagen con la que mejor se aprecia el líquido como interfase.

Tratamiento

El protocolo a aplicar en nuestros centros asistenciales debe ser la identificación y derivación precoz. No demorar el traslado del paciente a un centro hospitalario.

  1. Desbridamiento quirúrgico amplio de las zonas afectadas con limpieza y escisión de todo el tejido extraño y de los tejidos no viables. Apertura  de espacios (fasciotomía) en aquellas zonas  susceptibles de desarrollar un síndrome compartimental.
    Se puede ser más conservador en las inyecciones por agua o aire, manteniendo una conducta más expectante.
  2. Pauta antibiótica  según protocolo .
  3. Revisión del estado vacunal antitetánico del paciente, así como administrar analgésicos y antiinflamatorios.
  4. La administración de corticosteroides por su efecto anti edema, en casos de reacciones inflamatorias intensas y exclusivamente en episodio agudo.
  5.  Rehabilitación precoz para  contribuir a un mejor resultado funcional. 

Complicaciones

Las complicaciones precoces son:

  • Síndrome  compartimental.
  • Necrosis grave de los tejidos por el efecto tóxico y la isquemia.
  • Trombosis vascular.
  • Infección  frecuente  (gangrena distal, fistulización).
  • Amputación: la tasa de amputaciones  es cercana al 55%, pero puede descender hasta el 16% si se realizan desbridamientos tempranos, amplios y  con cobertura antibiótica adecuada.

Las complicaciones tardías son:

  • La aparición de granulomas, la hipoestesia, la rigidez articular y fibrosis de los tejidos, la intolerancia al frío y las alteraciones estéticas.

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