Dentro de la apuesta de Asepeyo por la aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario, se ha impulsado la dotación de ecógrafos en los centros asistenciales y hospitales. En estos momentos, se han distribuido ya 48 equipos de última generación en los centros asistenciales y 24 en los hospitales. Los fisioterapeutas utilizan los equipos de los centros asistenciales para realizar técnicas invasivas y para el seguimiento de las lesiones. Este proyecto supone que, en paralelo al despliegue de los equipos y en coordinación con la Universidad Corporativa Asepeyo, se esté impartiendo el curso sobre ecografía musculoesquelética.
Joaquín Prieto, fisioterapeuta del centro asistencial Sevilla-Cartuja y Victoria Sánchez, fisioterapeuta del centro asistencial de Las Palmas, referentes en la implantación de la ecografía y de técnicas invasivas como la Electrólisis Percutánea Ecoguiada, nos explican cómo el uso de esta tecnología impacta en la experiencia de los pacientes.
¿Cuáles son las principales aplicaciones de la ecografía en el ámbito de la fisioterapia?
Victoria: Básicamente la usamos para la aplicación de todas las técnicas invasivas, principalmente la electrólisis percutánea y neuromodulación, pero también para punción seca en estructuras comprometidas. Ya de forma secundaria la ecografía nos sirve para el control y el seguimiento de la evolución de las patologías tratadas, las roturas fibrilares, fibrosis, hematomas, bursitis…
Joaquín: La ecografía es una herramienta más que nos ayuda al diagnóstico de fisioterapia y a la evaluación de nuestros pacientes, lo que contribuye al establecimiento de un protocolo de tratamiento más ajustado a sus necesidades.
¿Qué beneficios supone para el paciente el uso de la ecografía?
Victoria: Tiene beneficios tanto para los pacientes como para los fisioterapeutas. Destacaría como principal la seguridad con la que nos permite aplicar las técnicas y la seguridad con la que los pacientes las perciben. Mejora la confianza del paciente, porque le permite entender qué se está haciendo y también su implicación, ya que el paciente puede comprobar visualmente los cambios y la evolución.
Joaquín: La valoración del estado de la estructura es fundamental para establecer un tratamiento. Por otra parte, la ecografía mejora exponencialmente la seguridad y especificidad del tratamiento con técnicas invasivas. Es decir, nos permite aplicar nuestros tratamientos visualizando la estructura lesionada, sin dañar tejidos sanos, o que conlleven riesgos, tipo vasos sanguíneos o estructuras nerviosas, órganos, etc. Esta visualización nos permite afinar y aplicar nuestro tratamiento invasivo en la zona de lesión de manera más exacta.
¿Es necesaria formación específica para utilizar el ecógrafo?
Victoria: Por supuesto. Es imposible entender un lenguaje nuevo si no se aprende primero. La buena noticia es que el sistema metódico y sistemático que se utiliza para enseñar y aprender ecografía solo precisa de repetición y perseverancia.
Joaquín: La formación es fundamental, pues exige una doble capacidad. La técnica en sí para la localización de las estructuras más la optimización de los equipos y, por otra parte, un conocimiento exhaustivo de la anatomía. Podría parecer que esto último se presupone que lo dominamos, pero hay muchas cosas que se olvidan. Además, no es lo mismo conocerlo de un atlas que visualizar la estructura en una pantalla y en una escala de grises.
¿Qué dificultades supone el aprendizaje de la ecografía para un fisioterapeuta?
Victoria: Las mismas que para cualquier otro profesional sanitario que se enfrenta por primera vez a esta técnica y lo mismo que nos puede suponer a los fisioterapeutas el aprendizaje de cualquier técnica nueva. Aprender a ver y entender lo que tenemos delante y a valorar si se trata de imagen normal o patológica.
Joaquín: Personalmente, además del conocimiento anatómico que acabo de comentar, considero que el uso de la ecografía requiere de un uso continuado. Si aparcamos el ecógrafo perdemos práctica y el elevado número de pacientes que tenemos en nuestras salas muchas veces nos dificulta poder dedicar el tiempo que requiere a la exploración o los tratamientos invasivos ecoguiados.
¿Qué consejos daríais a los compañeros que se inician en el uso de la ecografía?
Victoria: La mejor manera de afrontar una técnica nueva, como todo en la vida, es no dejarse influenciar por lo que creemos saber o hemos escuchado sobre ella y atrevernos a sumergirnos y bucear en una forma nueva de ver el cuerpo. Ni es tan difícil, ni requiere de tanto esfuerzo.
Joaquín: Usen el ecógrafo todo lo que puedan, pero no sobrediagnostiquemos, no somos radiólogos. Y, si bien con el paso del tiempo podemos alcanzar un nivel alto de conocimiento y de dominio, no debemos olvidar que es una herramienta más, que nos ayuda y que es el futuro, pero que no puede hacernos perder nuestra esencia, nuestras manos, a nivel exploratorio y de tratamiento.
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