Mediante la higiene postural, tomamos conciencia de las posiciones que adoptamos en nuestras actividades cotidianas y laborales y aprendemos a corregirlas para mantener una postura correcta.

La postura correcta debe ser aquella que resulte equilibrada, ergonómica y confortable.

En el ámbito laboral, estamos expuestos a actividades sedentarias prolongadas, malas posturas o esfuerzos excesivos en el manejo manual de cargas que van a aumentar el riesgo de padecer procesos dolorosos en la columna vertebral. Igualmente, muchas de las actividades diarias que realizamos como dormir, levantarnos de la cama, levantarnos de la silla, lavarnos los dientes o el trabajo doméstico pueden generar dolor de espalda si no son ejecutadas con una posición correcta de la columna.

Son muchos los factores que influyen a lo largo de nuestra vida en la aparición de un cuadro doloroso de espalda, como factores genéticos, la edad, procesos degenerativos, la obesidad, malas posturas, etc. Algunos de estos factores son inevitables, pero otros los podemos prevenir; de ahí la importancia de la prevención ergonómica y la higiene postural.

 

Fuente: Portal Sanitario Asepeyo