¡Empieza septiembre con energía!

Septiembre y enero son meses para hacer balance y proponernos nuevos retos.

 

¿Te ayudamos a lograrlos?

Septiembre trae consigo la vuelta a las rutinas y se presenta como un buen momento para que nos replanteemos ciertos hábitos o costumbres y para que nos fijemos nuevos retos. Deja que te ayudemos.

La Real Academia Española de la Lengua hace las siguientes definiciones:

Deseo: movimiento afectivo hacia algo que se apetece

Propósito: ánimo o intención de hacer o no algo

 

Por tanto, el propósito es la voluntad de hacer algo que nos ayudará a alcanzar ese sueño tan deseado. Y ahora, ¿qué tienes? ¿un propósito o un deseo?

Si la respuesta es propósito…

Primero, hay que establecer un plan de acción

Define tu objetivo en positivo

Nuestro cerebro se enfoca en aquello en lo que pensamos. Por eso hay que facilitarle la tarea: es más útil pensar en lo que quieres que en lo que no quieres.

¿Te motiva?

Necesitas tener claro que lo que vas a conseguir con este propósito te apasiona. En ese caso, está claro que es para ti.

Debe ser retador pero alcanzable

Los proyectos muy ambiciosos son fáciles de abandonar y los fáciles no nos aportan progresos, elige uno a tu medida.

Depende de ti

El objetivo planteado no puede depender de los demás, sino de nosotros mismos.

Metas concretas, resultados concretos

Define tu objetivo de forma clara y concisa.

¿Qué necesitas para conseguir tu objetivo?

Y los recursos, ¿está en tus manos alcanzarlos?

¿Cómo va a afectar a mi vida?

Tanto a mí mismo como a los que me rodean.

Cuando tengamos claro todo lo anterior, ¡manos a la obra!

Eso sí, recuerda hacer balance de tu objetivo cada cierto tiempo:

  • ¿Lo sigo deseando?
  • ¿Lo estoy consiguiendo?
  • De momento no, ¿qué tengo que cambiar?

Convierte las barreras en oportunidades y el éxito estará garantizado.