La punta de los dedos es la zona anatómica de la mano que con más frecuencia se lesiona. Son lesiones muy frecuentes en el ámbito laboral. Las profesiones con más afectación son los trabajadores industriales, mecánicos, carniceros y carpinteros.

Las puntas de los dedos corresponde a la región anatómica comprendida entre el pulpejo y el lecho ungueal, se extiende a distal  en la inserción de los tendones flexores y extensores en la falange distal.

Surge la necesidad de disponer de un procedimiento inicial adecuado que permita reducir la tasa de complicaciones funcionales y estéticas. El objetivo terapéutico debe ir dirigido a aportar una cobertura adecuada,  con un muñón que conserve la sensibilidad, manteniendo la máxima longitud y prestando atención a la repercusión funcional.

Etiología y clasificación topográfica de Allen

Los mecanismos causales pueden clasificarse en:

  • Incisos, por corte
  • Contusos, por aplastamiento
  • Inciso-contusos son los más frecuentes

La clasificación de Allen permite valorar el grado de afectación de las estructuras anatómicas y decidir el tratamiento indicado. Se identifican las siguientes  zonas:

Zona I: lesión de tejido distal sin exposición ósea

Zona II: lesión de tejido blando y lecho ungueal, sin alteración de la matriz ungueal, con exposición ósea

Zona III: amputación que atraviesa la matriz ungueal, dejando un resto ungueal insuficiente para conseguir una uña adecuada

Zona IV: amputación de la falange distal próxima  a la articulación interfalángica

Clasificación de Allen

Clínica

En la exploración física deberemos observar el estado de la falange: si existe exposición ósea, si hay afectación o no del lecho ungueal, presencia de hematomas subungueales, el relleno capilar, la sensibilidad y la función de los tendones.

Diagnóstico

Se practicará un estudio radiológico  en posición AP y perfil para determinar si existe afectación ósea y planificar el tratamiento.

Tratamiento

Valoración de la lesión y protocolo de actuación:

  • Lesiones con pérdida de tejido blando sin exposición ósea (zona I de Allen): procederemos a favorecer la cicatrización por segunda intención y, si precisa, deberemos evaluar el requerimiento de colgajos.
  • Lesiones con perdida de tejido blando y con exposición ósea (zona II de Allen) y sin afectación de la matriz ungueal: se procederá a realizar colgajos locales de avance: Atasoy, Kuttler, Hueston (para pulgar).
  • Lesiones de partes blandas con afectación del lecho ungueal: procederemos a la reparación del lecho y a la  reposición de la uña.
  • Lesiones con amputación en zona proximal de la falange distal (zona III y IV de Allen): se procederá a evaluar si realizar reimplante o remodelación del muñón.

Según el tipo de lesiones, deberemos proceder a:

  • En las lesiones de la punta de los dedos que existe fractura en la falanges, procedemos a clasificar la fractura:
    • Tercio distal puede haber lesión del lecho ungueal (seguiremos el algoritmo 1). Si no, inmovilizar con férula digital.
    • Tercio medio sin desplazamiento: se inmoviliza con férula. Si existe desplazamiento se deberá valorar tratamiento quirúrgico para reducir y estabilizar.
    • Tercio proximal si existe un dedo en martillo sin desplazamiento, se puede inmovilizar con férula de stak, pero si se observa deformidad y hay afectación intraarticular que afecta más de un tercio de la superficie articular, se deberá remitir  para  valorar tratamiento quirúrgico.
  • En las lesiones con afectación del lecho ungueal procederemos a su lavado, practicaremos un bloqueo digital y torniquete digital. Se extrae la uña, se repara el lecho ungueal y se procede al reposicionamiento de la uña (algoritmo 1).
  • En el caso que exista resto de matriz ungueal procederemos a extirparlo, ya que puede ser el responsable de la deformidad en “pico de loro”. La remodelación del muñón deberá  estar acolchado,  ser sensible, indoloro y tener el mínimo de cicatrices.
  • En las lesiones con perdida de tejido blando con exposición ósea procederemos a recorte óseo apropiado para una buena cobertura, Enterraremos los nervios digitales para evitar la formación de neuromas. Cierre de la piel sin tensión.
  • Es importante en el procedimiento quirúrgico poder evitar la aparición de infecciones, evitar la perdida de longitud del dedo, aportar una cobertura adecuada, conseguir un muñón sensible, acolchado y con sensibilidad adecuada, evitar la deformidad de la uña, minimizar las cicatrices y las rigideces articulares.

Secuelas

  • Deformidad de la uña
  • Limitación de la movilidad de la falange
  • Alteraciones de la sensibilidad
  • Acortamiento en la longitud del dedo

Bibliografía

  • Mano traumática. Cirugía secundaria. Tomo I
    Merle, G. Gautiel, G. Loda Editorial Masson. Barcelona 1996

  • Reconstrucción de la pérdida de sustancia del pulpejo
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  • Manejo de las lesiones de la punta de dedos. Guía de tratamiento en el Hospital de San José. Universidad Nacional de Colombia.
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  • Métodos de cobertura de defectos cutáneos del pulpejo
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  • Tratamiento de las amputaciones distales de los dedos con apósitos semipermeables
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