La doctora y especialista en Medicina física y Rehabilitación reflexiona en esta entrevista sobre el efecto de la tecnología en los avances en las prótesis de los pacientes
Natalia Arranz, paciente del Hospital Asepeyo Coslada, utiliza una prótesis biónica en la mano desde hace casi dos años, con funcionamiento mioeléctrico. Se trata de una prótesis multiarticular de última generación que Asepeyo ha implantado como solución protésica a pacientes como Natalia.
Después de doce años, el Hospital Asepeyo Coslada ofreció a Natalia una prótesis mecánica, que reemplaza parte de su mano derecha, que perdió tras un accidente laboral en 2011. Primero tuvo una prótesis meramente estética, pero con el sistema biónico su vida ha cambiado por completo. Tras varios meses de rehabilitación y de terapia en el hospital, los profesionales de Asepeyo le mostraron nuevas formas de realizar las actividades básicas de la vida diaria, como cocinar, escribir o maquillarse.
En los últimos años, la innovación tecnológica de estos sistemas está permitiendo avanzar a pasos agigantados y ayudar a este tipo de pacientes a tener una mayor calidad de vida. Hace sólo unos años esto no era posible. Esto lo confirma María Martín López de Abajo, doctora en Medicina y diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Salamanca, tras más de 7 años en el Hospital Asepeyo Coslada adaptando prótesis mioeléctricas en pacientes con miembros amputados que han sufrido un accidente laboral.
Pero, ¿de qué manera está influyendo la tecnología en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con una prótesis?
Dra. Martín, ¿qué tipo de prótesis lleva Natalia y cómo funciona?
Natalia lleva una prótesis parcial de mano biónica poliarticulada, de última generación. Tiene un mecanismo de funcionamiento mioeléctrico, con dos electrodos que recogen la actividad de la musculatura funcional de la mano de Natalia y la convierten en movimientos de los dedos protésicos. También tiene varios canales en los que están grabados los agarres que le resultan más útiles a Natalia, de manera que, realizando una contracción simultánea de los dos músculos en los que hay registro de los electrodos, puede cambiar de un canal a otro y modificar el tipo de agarre o funcionalidad que desee en ese momento. Puede regular la fuerza de agarre en función de la intensidad de la contracción muscular que realice.
¿Cómo le ayuda la prótesis en sus actividades diarias?
La funcionalidad de la mano de Natalia se vio muy mermada por la pérdida del primero, segundo y tercer dedos de su mano derecha (dominante), y de la afectación del cuarto y del quinto dedo. Esto imposibilita movimientos tan necesarios como la oposición del pulgar, para poder realizar pinza fina y todo tipo de agarres, también perdió los movimientos de puño y garra. La prótesis le ayuda en todas las actividades básicas de la vida diaria y en todos aquellos movimientos que precisan de las dos manos.
¿Qué cosas puede hacer ahora que antes, sin la prótesis, no podía?
La solución protésica que le hemos prescrito a Natalia le ha dado un nivel de independencia funcional considerable. Gestos tan cotidianos como vestirse o cocinar eran imposibles o le generaban una gran dificultad. La prótesis no sólo le permite realizar más actividades, sino que pude emplear menos tiempo en llevarlas a cabo.
¿Cómo es el proceso de adaptación a este tipo de prótesis?
No es fácil adaptarse. Requiere de una curva de aprendizaje larga y entrenamiento con profesionales muy cualificados en su manejo. Esto supone muchas horas de dedicación por parte del paciente.
Por un lado, es necesario conseguir una adaptación perfecta del encaje protésico, que es la parte de la prótesis que está en contacto con el muñón, para que los electrodos puedan recoger la información de la musculatura y convertirla en movimiento. Es necesario que no se generen zonas de hiperpresión que puedan derivar en heridas o en úlceras. Y hay que tener en cuenta que la prótesis tiene un peso mayor al del segmento anatómico que Natalia ha perdido, aspecto al que también debe adaptarse.
En general, es necesaria una gran implicación por parte del paciente y su uso continuado para aprender a controlar la cantidad de contracción que debe realizar en sus músculos, para lograr movimientos precisos. También deberá adaptarse a la estética de la prótesis.
¿Cómo influyen las prótesis biónicas o inteligentes en la calidad de vida de los pacientes?
Mejoran considerablemente su calidad de vida, ya que vuelven a poder realizar movimientos que antes eran imposibles, tanto por la falta del segmento anatómico que los realizaba como por lo rudimentario de las opciones protésicas funcionales que podían ofrecerse. En el caso de Natalia, inicialmente contaba con una prótesis meramente estética.
¿Qué disciplinas médicas están involucradas en el trabajo que se hace en la Unidad de Rehabilitación del Hospital Asepeyo Coslada?
En un primer momento, el médico rehabilitador es el especialista que valora la situación y las necesidades del paciente amputado, y prescribe y coordina todo el proceso posterior. Es necesario contar con la colaboración de cirujanos ortopédicos y de cirujanos plásticos para lograr un muñón que tenga las mejores características para poder ser protetizado posteriormente.
En muchos casos los pacientes que tienen dolor de tipo neuropático o relacionado con el síndrome del miembro fantasma, por lo que es necesario contar con técnicas intervencionistas que realizan los anestesistas. En otras ocasiones, también es necesario solicitar pruebas de imagen que precisan de especialistas en radiología, entrenados en la valoración de este tipo de lesiones.
El éxito de la correcta protetización de estos pacientes, y conseguir el máximo rendimiento de la prótesis, no sólo radica en los profesionales médicos. Existe un equipo muy amplio, compuesto por personal de enfermería y fisioterapeutas, cuyo trabajo es fundamental para el manejo del muñón en las primeras semanas. Una vez prescrita la prótesis, el trabajo del técnico ortopédico es clave para un adecuado ajuste. También es importantísima la función del terapeuta ocupacional, que es quien instruye al paciente en el adecuado uso de la prótesis, lo entrena en las actividades instrumentales y le da recomendaciones sobre adaptaciones y ayudas técnicas precisas. Las trabajadoras sociales participan de manera indirecta en el proceso, ayudando a completar la integración social del paciente.
¿Con qué otras tecnologías cuenta actualmente el Hospital Asepeyo Coslada para ayudar a los pacientes a mejorar su calidad de vida?
El Hospital dispone de muchos elementos tecnológicos en el manejo de los pacientes, tanto en hospitalización como en los diferentes departamentos. En el servicio de Rehabilitación contamos con de herramientas como puede ser el “Myoboy”, para el entrenamiento protésico con realidad virtual, o el mapa de presiones, para la adaptación de cojines antiescaras.
Por otra parte, tenemos un apartamento domotizado que permite entrenar al paciente con lesión medular o con amputaciones de miembros superiores en las actividades de la vida diaria y mostrarle productos y tecnologías con las que debería contar en su domicilio para facilitar su día a día. También contamos con un exoesqueleto que se emplea en la rehabilitación de pacientes con lesión medular, daño cerebral y otras afecciones traumatológicas, para reeducar la marcha o simplemente posibilitarla. Finalmente, existen dispositivos de realidad virtual inmersiva muy útiles en pacientes en determinadas patologías, como en la lesión cerebral y el dolor regional complejo.
¿Qué tipo de pacientes hay en esta Unidad?
En el Servicio de Rehabilitación de nuestro hospital atendemos a pacientes que sufren enfermedades profesionales o accidentes laborales. Se valoran y se tratan desde lesiones del aparato locomotor, como tendinitis o fracturas, hasta pacientes con lesión medular, daño cerebral, amputaciones o que son grandes quemados.
¿Hasta qué punto ayuda la vanguardia tecnológica a una Unidad como esta?
Las innovaciones tecnológicas nos ofrecen muchas posibilidades para adaptarnos a las necesidades de cada paciente y a poder dar soluciones personalizadas. En muchas ocasiones, también permite mejorar la adherencia del paciente al tratamiento, un aspecto clave en terapias tan largas. Todo esto contribuye a la excelencia, estableciendo objetivos funcionales más exigentes en el tratamiento rehabilitador,y a obtener mejores resultados.
¿Qué futuro nos espera con los sistemas biónicos? ¿Hasta qué punto ayuda, y va a ayudar, a personas con amputaciones o problemas físicos y neurológicos?
Más que futuro, los sistemas biónicos ya son el presente para muchos de nuestros pacientes. En muchos aspectos van a progresar y mejorar en el futuro, con la mejora de los componentes y la constante innovación tecnológica, que no sólo funcionen como un sistema efector, sino que recojan también información del exterior.
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