En la radiología digital la imagen la capta una película fotográfica, que se escanéa y se procesa. Una vez es enviada al ordenador, se puede trabajar sobre la imagen para realizar ajustes.

Aporta una importante mejora en la gestión de la historia clínica de los pacientes ya que, aparte de permanecer como información electrónica y estar disponible para cualquier sanitario en cualquier sitio, se puede visualizar, ampliar, cambiar el contraste, positivar, rotar, etc.

Generación de los rayos X

Los rayos X son radiaciones electromagnéticas cuya longitud de onda va desde unos 10 nm hasta 0,001 nm (1 nm o nanómetro equivale a 10-9 m). La longitud de onda es la distancia entre dos crestas de una señal sinusoidal (fig. 1). Cuanto menor es la longitud de onda de los rayos X, mayores son su energía y poder de penetración.

 

Longitud de onda

Los rayos X se producen siempre que se bombardea un objeto material con electrones de alta velocidad. El equipo de rayos X convencional dispone de un tubo generador de rayos X, cuyo esquema se muestra en la imagen 2:

Esquema generador rayos X

Si disponemos un filamento por el que hacemos que pase una corriente eléctrica “ i ” de bajo voltaje éste se pondrá incandescente generando, gracias al efecto termo-iónico, una nube de electrones alrededor de dicho filamento. Los electrones tienen carga negativa, por lo que, si se coloca una placa metálica enfrente (ánodo) polarizada positivamente con un alto voltaje (en torno a lo 100.000 voltios) los electrones serán atraídos por la carga positiva a una velocidad directamente proporcional al valor de la tensión de polarización de la placa. La colisión de los electrones contra la placa, que normalmente es de wolframio o tungsteno, provoca un espectro de radiación contínuo de rayos X. Todo este mecanismo se encuentra dentro de un tubo de vidrio al vacío. Alrededor de este tubo se monta una pantalla metálica de modo que la radiación sólo pueda salir por una zona determinada. En esta zona de salida se coloca una especie de cortinilla que amplia o reduce la zona de salida o ventana, a este sistema se llama colimador. Obtención de la imagen Para obtener la imagen disponemos de un chasis, se trata de una caja radiotransparente cuyas paredes interiores están recubiertas de una sustancia luminiscente. Esta sustancia tiene la particularidad de emitir luz cuando es expuesta a los rayos X. En el interior del chasis se coloca una película fotográfica que se va a impresionar gracias a esta luminiscencia y de esta manera quedará grabada la imagen radiológica que queremos.

 

Realmente, lo que obtenemos es una fotografía de la parte del cuerpo expuesta, la cual, como hemos dicho antes, no puede ser modificada ni almacenada electrónicamente.

Procesado

Al igual que en un laboratorio fotográfico convencional, para obtener la imagen radiológica se debe bañar la película antes impresionada en un líquido revelador que active la emulsión de la placa. Posteriormente se debe pasar por el liquido fijador y por último lavarla y secarla para su manipulación.

Este proceso necesita por tanto de productos químicos cuyos restos se almacenan como residuos en unos contenedores adecuados. Estos residuos, igual que aquellas placas que tras revelarlas se desechan, deben ser reciclados para evitar la contaminación ambiental.

Radiología digital

Los avances en la informática y en el tratamiento digital de imágenes han motivado que se estén sustituyendo los antiguos sistemas de revelado por otros digitales que permiten procesar las imágenes electrónicamente.

Los equipos de generación de rayos X son evidentemente iguales, la diferencia está en el procesado de la imagen. En el caso de la radiología digital se utiliza un chasis similar al anteriormente descrito, en cuyo interior se encuentra una película fotosensible que se impresiona tras la exposición. Hasta aquí el proceso es igual.

Un equipo de procesado digital de radiología consta de los siguientes elementos:

  • Un ordenador que procesa la información
  • Un escáner que lee la película
  • Una impresora (sólo si se precisa imprimir alguna imagen)
  • Chasis o cassets adecuados

El funcionamiento es el siguiente:

El chasis que se usa en la radiología digital contiene dentro una película que se impresionará tras la exposición radiológica, después el chasis se coloca en el escáner, el que de forma automática abre el chasis, extrae la película, la escanea, pasa la información al ordenador (para el posterior procesado), borra la película mediante una luz y la reintroduce en el chasis para el siguiente uso.

Una vez la imagen se envía al ordenador, se puede trabajar sobre ella para realizar ajustes (si es que son precisos) como: contraste y brillo, mediciones, anotaciones, ampliaciones, selección de partes de la imagen, etc…

Al finalizar los ajustes anteriores, la imagen se almacena en el sistema informático para el visionado. Puede quedar en la historia clínica del paciente o se puede imprimir.

Mediante este procedimiento, no necesitamos colocar una película en el chasis cada vez que se hace una radiografía, ya que la que contiene tiene una vida muy elevada. Tampoco se usa otro soporte de impresión ni líquidos de revelado, con lo que no se contamina ni se generan residuos ni se tienen las imágenes en soporte físico. No obstante, se pueden imprimir en acetato siempre que se quiera.

Radiología digitalizada

La diferencia entre la radiología digital y la digitalizada es que en el primer caso la imagen la capta una película fotográfica, la cual se escanéa y se procesa como anteriormente se ha indicado. En el caso de la radiología digitalizada, en cambio, el elemento que capta la imagen es un sistema electrónico y no fotográfico. Es decir, desde un primer momento la obtención de la imagen es electrónica.

Para que nuestros centros asistenciales dispongan de radiología digitalizada (en lugar de digital), habría que cambiar el sistema de captación de la imagen, sustituyendo los actuales chasis por elementos electrónicos sin película. De este modo, todo el proceso (captación de la imagen y procesado) sería digital.

Comentario

La radiología digital implica una importante mejora en la gestión de la historia clínica de los pacientes ya que, aparte de permanecer como información electrónica y estar disponible para cualquier sanitario a través de CHAMAN en cualquier sitio, se puede visualizar, ampliar, cambiar el contraste, positivando, rotando, etc…

También se evita el uso de productos químicos y el gasto en placas.

La diferencia entre la radiología digitalizada y digital estriba en el uso de un sistema de captación electrónico (en la digitalizada) o fotográfico (en la digital). Salvo esto, el proceso es igual.

 

 

Bibliografía:
Garate M. Fundamentos de la técnica radiológica. Barcelona: AGFA-GEVAERT; 1997.
– Curso de capacitación para personal de operación de instalaciones de radiodiagnóstico. Madrid: Lainsa; 2000.
– Harrison: Principios de Medicina Interna. Madrid: McGraw-Hill – Interamericana de España; 2002