El método Pilates es un sistema de acondicionamiento corporal que se centra en la postura, el control de la respiración y el alargamiento de los músculos. Está basado en un programa muy seguro de ejercicios lentos y controlados.  Es una educación corporal muy completa donde se trabaja el cuerpo como un todo, desde la musculatura más profunda hasta la más periférica, y en la que intervienen tanto el cuerpo como la mente. Son ejercicios de bajo impacto donde mayoritariamente se utiliza el peso del cuerpo para ejercitar la musculatura. Se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación.

“Lo importante no es lo que haces, sino cómo lo haces” Joseph Pilates.

Posición principal : Es la posición de partida para entrenar la respiración de Pilates, que consiste en realizar respiración con la zona costal baja por lo que al inspirar por la nariz las costillas se separan y en la espiración por la boca primero se aproximan las costillas y después se acerca el ombligo a la columna.

Almeja boca arriba: Con este ejercicio se fortalece la musculatura que estabiliza la pelvis por lo que está indicado en pacientes con problemas lumbares al realizar rotaciones de tronco.

Almeja de lado: Muy indicado en problemas lumbares y sacros, pero especialmente indicado en dolores de ingle y rodilla.

Brazos por encima de la cabeza: Este ejercicio se realiza para estabilizar la columna lumbar durante el movimiento de los brazos, por lo que es muy importante mantener la columna lumbar quieta durante el ejercicio.

Está indicado en problemas posturales de toda la columna y en lesiones de hombro.

El puente: Muy indicado en desviaciones de columna lumbosacra y en problemas de rodilla debidos a mala alineación de la pierna.

La caja: En este ejercicio trabajamos, sobre todo, la musculatura del hombro y del omóplato, así como la musculatura cervicodorsal. Por eso está indicado sobre todo en lesiones de hombro y zona cervicodorsal.

La silla: Al realizar este ejercicio fortalecemos la musculatura de la cara anterior del muslo pero, sobre todo, la región abdominal y lumbar, por lo que está muy indicado en lesiones a este nivel.

Levantar alas: Con su realización se fortalece, sobre todo, la musculatura dorsal por lo que está indicado en lesiones de espalda a este nivel (cifosis, escoliosis).

Flexión desde la pared: Este ejercicio mejora la movilidad de toda la columna por lo que está indicado en problemas posturales y, sobre todo, en bloqueos articulares vertebrales.

Patada de natación: En este ejercicio fortalecemos, sobre todo, la musculatura posterior de las piernas y la de la zona lumbar. Cuando se realiza hay que vigilar la correcta posición de la zona lumbar y del cuello.

Especialmente indicado en dolores lumbares que se acompañan de dolor en la ingle y en los que el dolor aumenta al permanecer de pie y en los cambios de posición.

Autora: Raquel Molano. Fisioterapeuta del centro asistencial de Albacete

Fuente: Portal Sanitario Asepeyo