Ángel Luis Asenjo

Mario Aquino, director de formación DUE de la Universidad Corporativa Asepeyo, entrevista a Ángel Luis Asenjo, director de los estudios de Enfermería de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Alcalá de Henares y codirector del Máster en Ciencias Sociosanitarias y del Título de Experto en Enfermería en Accidentes de Trabajo que se imparte en la misma universidad.

Ángel Luis Asenjo Esteve es enfermero, máster en Ciencias de la Enfermería por la Universidad de Alicante y diplomado en Gestión y Administración de los Servicios de Enfermería por la Escuela Nacional de Sanidad. Ha ejercido como enfermero en distintos hospitales y centros de salud. Además, es autor de distintas publicaciones sobre enfermería clínica y sobre gestión y calidad de los servicios enfermeros. Ocupó cargos de gestión en el Hospital de la Princesa de Madrid, el Centro de Especialidades de Coslada y el Área 3 de Atención Primaria de Madrid.

Se incorporó a la Universidad de Alcalá en 1994, en la que es profesor titular desde 1998. Ha dirigido los estudios de Enfermería de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia en dos periodos (2002-2004) y desde 2006 hasta la actualidad. Ángel Luis Asenjo es también codirector del Máster en Ciencias Sociosanitarias y del Título de Experto en Enfermería en Accidentes de Trabajo.

¿En qué beneficia el Acuerdo de Bolonia a Enfermería?

Ante todo, conviene señalar que la construcción del Espacio Europeo de Enseñanza Superior, que es de lo que trata en realidad todo este proceso, constituye una profunda reforma de todo el sistema universitario y, por tanto, afecta a todas las titulaciones. Es decir, por primera vez no hablamos de una adecuación especial para los estudios de enfermería.

Y dicho esto, podemos adivinar la consecuencia más visible para todos nosotros: la apertura para los enfermeros y otros diplomados (maestros, fisioterapeutas, podólogos, terapeutas ocupacionales, etc.) de las vías de acceso a los ciclos superiores (master y doctorado) en igualdad de condiciones que cualquier otro universitario y sin necesidad de tener que comenzar de cero en otras disciplinas académicas (como es el caso de los que han cursado psicología, entre otras) o acceder mediante pasarelas (como en antropología, humanidades o biblioteconomía). La existencia de un importante número de doctores enfermeros y la construcción de redes de investigadores permitirá en los próximos años ir aumentando la producción de conocimientos en el campo de la enfermería.

Existen otros muchos beneficios docentes derivados de la puesta en funcionamiento de los nuevos planes de estudios como la evaluación por competencias que el estudiante alcanza en lugar de medir exclusivamente conocimientos y habilidades, lo que precisa del desarrollo de otras metodologías docentes mucho más activas, como la práctica reflexiva o el aprendizaje cooperativo. Así mismo, la realización de un practicum en el último año y medio de los estudios, planteado no como una práctica clínica tradicional, sino como una inmersión en el campo profesional en la que el estudiante, siempre tutorizado por el personal de enfermería, irá aumentando su responsabilidad a medida que vaya demostrando que ha ido adquiriendo competencias cada vez más complejas.

¿Qué diferencia hay entre Diplomado Universitario en Enfermería y Graduado Superior en Enfermería?

Es verdad que entre los diplomados en Enfermería existe preocupación acerca de si los futuros graduados van a tener una posición jerárquica superior a los actuales diplomados. En este sentido, el Real Decreto 1393/2007 de 29 de octubre, que determina las características de las enseñanzas universitarias oficiales, señala en su disposición adicional cuarta que “los títulos universitarios oficiales obtenidos conforme a planes de estudios anteriores a la entrada en vigor del presente real decreto mantendrán todos sus efectos académicos y, en su caso, profesionales”.

Hoy por hoy, desde el punto de vista profesional, no existirían diferencias entre diplomados y graduados ya que ambos cumplen los requisitos que habilitan para el ejercicio de la profesión regulada de enfermero responsable de cuidados generales. Así mismo, con ambos títulos se podría acceder a los exámenes para obtener plaza en los programas formativos de especialistas en enfermería. Incluso en la reforma de la ley de la función pública se reconoce a diplomados e ingenieros técnicos el grupo administrativo A, hasta ahora reservado a los licenciados.

Desde el punto de vista académico, los diplomados pueden también cursar estudios de máster oficial. En este caso, cada universidad establece los créditos que deben superar para obtener la titulación.

¿Qué mecanismos académicos habrá o están previstos para que los DUE pasen a Graduado Superior?

La necesidad o no de homologar el título de diplomado por el de graduado es un tema que se está debatiendo con gran intensidad en el ámbito académico y con las autoridades colegiales. La Conferencia Nacional de Directores de Centros Universitarios de Enfermería, en las últimas dos reuniones celebradas en Madrid y Valencia, abordó el tema y aprobó una declaración en la que aconsejaba proceder con cierta prudencia. Todavía hay bastantes aspectos no suficientemente aclarados por el Ministerio.

En principio, tendríamos que plantearnos una sencilla pregunta: ¿para qué le serviría a un diplomado tener el título de grado? Si la respuesta no es indudable, probablemente el reconocimiento de créditos no sea una necesidad evidente. Por otra parte, cabría razonar que si es necesario realizar un esfuerzo formativo, por qué no volcarse en obtener una titulación de máster sabiendo que ésta sí tendría repercusiones en el futuro profesional y académico.

Reitero el llamamiento a la cautela, pese a que algunas universidades privadas estén realizando ya ofertas de “curso-puente” a precios exorbitantes. En todo caso, si finalmente se concretase su necesidad, las universidades públicas habilitarían mecanismos para llevarlo a cabo, siempre a precios públicos.

Estos progresos académicos que ha obtenido Enfermería ¿cómo piensa que repercutirán laboralmente en la profesión?

Estos y otros avances que se han dado en los últimos años como la ley de ordenación de las profesiones sanitarias o la reforma de la ley del medicamento que contempla, entre otras, la prescripción enfermera, deben tener una gran trascendencia en la estructuración de la oferta de servicios de enfermería y en la cualificación de los profesionales que se responsabilizan de ellos.

Es evidente que, en el futuro más próximo, algunos puestos de trabajo (dirección de unidades, planificación de cuidados, etc.) requerirán una cualificación académica superior a la de enfermera responsable de cuidados generales. Y eso es bueno para todos. En primer lugar, porque mejorará la calidad del servicio; en segundo lugar porque tendremos la posibilidad de contar con carreras profesionales “reales”, es decir, aquellas que vinculan el nivel alcanzado con una mayor responsabilidad en el ejercicio profesional mostrando a todos los demás el camino a seguir y, por último, porque los nuevos profesionales se incorporarán a una organización mucho más estructurada donde podrán trabajar y progresar con mayor eficiencia y seguridad.

La decisión corresponde a las instituciones sanitarias que deben construir los perfiles profesionales de cada puesto de trabajo, pero espero y deseo que entre todos iniciemos un debate serio y provechoso.

Tanto en la docencia universitaria como en la dirección de investigaciones reconocidas y financiadas por las distintas instituciones ya se requiere disponer del título de doctor.

El año que viene comenzará la segunda edición de Experto Universitario en Enfermería en Accidentes Laborales. ¿Cuál es su evaluación preliminar como director del curso?

Todavía faltan por concluir y evaluar los trabajos finales, que son los que más información van a dar sobre el grado de consecución de los objetivos docentes. Sin embargo, y desde el contacto con los diferentes grupos, todos los profesores de la Universidad de Alcalá que hemos participado en él hemos podido extraer algunas conclusiones.

Primera, el nivel profesional es superior al que se presuponía. Esto, a los que conocíamos algo más la realidad de la mutua y el gran trabajo que se había realizado en la homogeneización e innovación de los servicios enfermeros, nos sorprendió menos. Sin embargo, nos parece que algunos procedimientos internos pueden impedir obtener el rendimiento que la competencia del personal de enfermería de la mutua es capaz de obtener.

Segunda, a veces hemos detectado problemas de autoestima y de falta de valoración propia. Algunas enfermeras no consideran su aportación lo suficientemente importante en el servicio sanitario y en la imagen corporativa, lo que puede hacer que se resienta su compromiso. Esperamos que las acciones formativas hayan podido influir positivamente en estos aspectos.

Tercera, y última por el momento, un programa de este tipo, seguido a la vez por más de 160 alumnos y en el que los abandonos son anecdóticos, necesita de una gran motivación por parte de todos, estudiantes, profesores y grupo directivo. Y una prueba de esto puede obtenerse si comparamos los cuestionarios previos y posteriores de materias en principio arduas o teóricas como la investigación o la educación para la salud.

Asepeyo es una empresa innovadora en muchos aspectos, como en el funcionamiento de la Universidad Corporativa, que da cobertura a este título de Experto, o en el objetivo de elevar la calidad y categoría de los planes de formación en servicio, en cuyo proyecto estamos muy satisfechos de colaborar.

Una pregunta que los alumnos se hacen: ¿estos créditos tienen valor europeo (según Bolonia) o qué valor pueden tener en el futuro?

Desde el año pasado, todos los estudios, oficiales o propios, de nuestra Universidad expresan su dedicación docente en créditos ECTS (European Credit Transfer System). Las comisiones de valoración de expedientes en convocatorias de plazas, asignación de niveles de carrera profesional, etc., que actualmente sólo cuentan “horas de formación”, tendrán que ajustarse al nuevo modelo.

Aunque no es un título oficial, sí es un título universitario de plena validez (no necesita ser acreditado por ningún otro organismo). Y en ese sentido, puede ser objeto de reconocimiento en otras actividades formativas universitarias.

Vuestra Universidad está desarrollando un Máster Socioeconómico, ¿estos créditos del Experto podrían tenerse en cuenta para descontar créditos del dicho máster?

A ello me refería en mi último comentario. El Máster en Ciencias Sociosanitarias todavía es un título propio, aunque esperamos daros pronto la noticia de que se ha transformado en oficial. Y, por supuesto, algunos de los contenidos de ambos títulos son similares, impartidos y reconocidos por la misma institución, por lo que puede procederse al reconocimiento de alguno de estos créditos.

¿Hay proyectos en común entre la Universidad de Alcalá y Asepeyo en el campo de la enfermería?

Nos parece que la colaboración que se ha dado entre ambas instituciones en el aprendizaje práctico de los alumnos de la diplomatura de enfermería de nuestra universidad o en el programa de formación en servicio de Asepeyo ha sido fructífera y altamente satisfactoria, lo que invita a proseguirla y ampliarla a otros proyectos.

La formación de alumnos de grado y postgrado, la realización de proyectos de investigación conjuntos en el ámbito del cuidado o la elaboración y edición de materiales formativos o de divulgación, son algunos de los que ya están sobre la mesa. Por otra parte, son bastantes las enfermeras formadas en nuestra Universidad que prestan servicios en Asepeyo y esperamos que en el futuro aún sean más, lo que hará que los lazos entre unos y otros se estrechen más si cabe.

A nosotros nos parecen fundamentales estos proyectos de colaboración universidad-empresa, máxime cuando algunos de los centros más importantes de Asepeyo se ubican en nuestro escenario natural: el Corredor del Henares.

¿Cómo imagina al alumno titulado en Enfermería dentro de 10 años?

Creo que la respuesta a esa pregunta se encuentra contenida en las anteriores, pero dejo volar la imaginación o el deseo:

Dentro de diez años, dispondremos de un número relevante de profesionales de enfermería doctores que harán avanzar el conocimiento enfermero más que en los 50 años anteriores.

Dentro de diez años, existirán redes de grupos de investigación en cuidados que desarrollarán la innovación y la tecnología en nuestro campo de actuación.

Dentro de diez años, habremos podido conseguir, por fin, concretar nuestra oferta de servicios a los ciudadanos y estos sabrán cómo y cuándo recurrir al personal de enfermería.

Dentro de diez años, funcionarán en los hospitales equipos de cuidados dirigidos por personal de enfermería experto y cualificado, que actuará como auténtico gestor de casos y que ofrecerá a los demás profesionales de la salud la perspectiva del cuidado y a los estudiantes de enfermería la posibilidad de aprender no de lo que hace el personal de enfermería sino de lo que identifica, trata y resuelve.

Dentro de diez años, el personal de enfermería habrá demostrado su eficiencia y habrá aumentado su presencia en ámbitos como la escuela, el ejército, los programas de cooperación internacional, la evaluación y cuidado de personas dependientes, los centros penitenciarios, la drogodependencia, la salud pública, etc…

Dentro de diez años, el personal de enfermería docente habrá perfeccionado los métodos didácticos que favorecerán el aprendizaje activo de los estudiantes.

Imaginaos en un mundo sanitario como el descrito las oportunidades para formar más y mejor personal de enfermería.

Y la verdad es que lo vamos a necesitar, porque dentro de diez años muchos de nosotros seguiremos necesitando ayuda para cuidarnos.


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