En relación a los casos referidos en Europa de viruela de los monos (MPX), se hace necesaria una comunicación para mantenernos informados y poder tomar las medidas preventivas adecuadas, si fueran precisas.

En España, y de acuerdo a los procedimientos del Sistema de Alerta Precoz y Respuesta Rápida, se ha abierto una alerta a nivel nacional. Así mismo, el Ministerio de Sanidad ha elaborado un procedimiento para la detección precoz y gestión de casos y contactos, y está en permanente contacto con las Instituciones internacionales -Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) y la OMS-, para hacer un seguimiento de esta alerta y tomar las medidas oportunas de forma coordinada.

La viruela de los monos (monkeypox, MPX) es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente.  Los primeros casos  en humanos se detectaron en la República Democrática del Congo, en 1970. Posteriormente, se han detectado casos en otros países de África Occidental y Central, donde existen brotes activos en la actualidad y en otros países, en relación a viajes o casos importados. Recientemente, se han comunicado casos en Europa, incluyendo España. Por primera vez, se comunican casos sin evidencia de vínculos epidemiológicos conocidos con casos de África.

Algunos datos de interés aportados en el protocolo publicado por el Ministerio de Sanidad:

  • Respecto al mecanismo de transmisión conocido en humanos se produce a través de contacto directo (incluyendo su consumo), o indirecto con mamíferos vivos o muertos, principalmente roedores o primates de zonas endémicas.
  • La transmisión del MPXV de persona a persona se produce a través de gotas respiratorias grandes durante el contacto cara a cara directo y prolongado y por contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados, como ropa de cama o ropa. La transmisión entre parejas sexuales, debido al contacto íntimo, parece ser el probable modo de transmisión en los casos detectados en las últimas semanas. 
  • Los convivientes, las parejas sexuales, otros contactos estrechos y aquellos que atienden casos en investigación o confirmados, incluidos los trabajadores sanitarios que no utilizan equipo de protección individual (EPI) apropiado y otras medidas para el control de la transmisión, tienen un mayor riesgo de infección
  • Respecto a las manifestaciones clínicas, suele ser una enfermedad leve en la mayoría de los casos, cuya recuperación se produce en unas semanas, aunque también hay formas graves. Su período de incubación puede oscilar entre 5 y 21 días. Se manifiesta con fiebre, dolores musculares, cefalea, linfadenopatías y cansancio. Entre 1 y 5 días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción cutánea vesicular, que se concentra en la cara y extremidades, principalmente, afectando a palmas de las manos y plantas de los pies, y luego se extiende a otras partes del cuerpo. También se ven afectadas las mucosas orales,  genitales y las conjuntivas, así como la córnea. Las complicaciones pueden incluir infecciones bacterianas secundarias, bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de visión. 

Ante la presencia de la clínica descrita, sobre todo si se asocia a criterios epidemiológicos (viaje reciente a África o contacto con casos confirmados o en investigación), está indicada la consulta a los servicios del Sistema Público de Salud, para que se determine la confirmación virológica mediante las muestras de las lesiones cutáneas (PCR-frotis exudados de las lesiones) y se establezca el contacto con los servicios de salud pública de la comunidad autónoma.

Prevención

Se determina el aislamiento de los casos en investigación o confirmados hasta su curación, es decir, hasta que las lesiones hayan desaparecido. Los contactos estrechos, según el protocolo descrito, deben extremar las precauciones, seguimiento y control de temperatura durante 21 días y reducir todo lo posible las interacciones sociales, utilizando de forma constante la mascarilla. Esto incluye la indicación de abstención de mantener contactos sexuales durante el periodo de seguimiento. A fecha de hoy, el protocolo vigente no establece cuarentenas para los contactos estrechos. Este aspecto está sujeto a revisión.

Actualmente hay discrepancias en la literatura en relación a las medidas adecuadas para el manejo de los pacientes en investigación o confirmados de MPXV. Así pues, se incluyen las precauciones estándar, de contacto y, por principio de precaución, se recomienda incluir las de transmisión aérea

Parece que hay evidencia de que la vacunación de la viruela protege frente al MPX (en España dejó de administrarse en 1980). Actualmente, se están estudiando antivíricos específicos y se ha aprobado una vacuna recientemente, pero su disponibilidad es limitada.

Iremos actualizando la información en función de la evolución de los casos y aportaciones científicas.