El Hospital Asepeyo Coslada  ha realizado un estudio entre sus trabajadores sobre la respuesta de anticuerpos después de suministrarles la vacuna frente al COVID-19.  El análisis de los resultados obtenidos al mes y medio y a los tres meses de recibir la vacuna BNT162b2 acaban de publicarse en la revista Clinical Microbiology and Infection.  El artículo está firmado por Alejo Erice (Departamento de Medicina Interna), Cristina Caballero (Laboratorio de Diagnóstico Clínico), ambos profesionales del hospital Asepeyo Coslada, en colaboración con David Varillas-Delgado (Universidad Francisco de Vitoria).

En el estudio se ha medido la cantidad de anticuerpos inducidos por la vacuna en 230 trabajadores sanos. El personal de enfermería extrajo las muestras de sangre de los participantes y el personal técnico del laboratorio las procesó y analizó.

Los resultados muestran que la cantidad de anticuerpos inducidos por la vacuna disminuyó un 58% a los tres meses de la vacunación en todos los grupos de edad, independientemente de si tuvieron infección previa por COVID-19. El 41% de los participantes mantenía anticuerpos por encima de un umbral de referencia para la neutralización del virus.

La respuesta inmune tras el contagio por COVID-19 es compleja y heterogénea. Por una parte se producen anticuerpos (inmunidad humoral) y por otra, se desarrolla una respuesta celular (inmunidad celular), que dura más de 6 meses.  Por otro lado, las características y la duración de la inmunidad humoral y celular tras la vacunación, todavía no se conocen bien. 

Los resultados de este estudio aportan información al debate médico-científico acerca de la necesidad de dosis de recuerdo de la vacuna.

A la vista de los resultados, este estudio contribuye a la discusión acerca de la necesidad de administrar dosis de recuerdo.