Es necesario entrenar a un paciente en el manejo correcto de su silla de ruedas, con el fin de optimizar su rendimiento y evitar riesgos innecesarios. Se comenzará por las fases más sencillas y básicas para pasar a las más difíciles y complejas.

Tendremos que procurar que la silla sea la adecuada para el paciente dependiendo del nivel de lesión, edad, lugar de residencia, actividades a desempeñar, etc.

Fase 1ª: Propulsar, frenar, girar, conos

En aquellos pacientes dependientes de silla de ruedas, será muy importante aprender el manejo de la misma. La puesta en marcha se inicia en la fase de propulsión, partiendo siempre con las manos colocadas en el aro, con el tronco erguido.

Se enseñara al usuario a frenar de forma correcta con el fin de evitar frenazos bruscos con posturas incorrectas y caídas al suelo.

Para el entrenamiento de todo ello se pueden utilizar conos colocados de forma adecuada en el suelo, con los que el usuario aprenderá a rodar, frenar, girar e incluso se le enseñara a dar pequeños botes sobre la silla que le ayudaran a cambiar de posición en aquellos sitios en los que hay poco espacio.

Fase 2ª: Retropopulsar

Igual que en el caso anterior, empujar la silla hacia tras, con el tronco erguido y vigilando lo que podemos encontrarnos detrás.

Fase 3ª: Equilibrio a dos ruedas y conos

Es importante, en los casos en los que sea posible, entrenar al usuario para hacer caballitos o equilibrios con la silla de ruedas.

Al ser una actividad en la que la silla queda a dos ruedas, se comenzara el entrenamiento colocándose el terapeuta detrás o colocando el respaldo de la silla contra una pared para dar seguridad al usuario.

Esto les servirá para subir y bajar bordillos, y para moverse por superficies difíciles.

Fase 4ª: Rampas

Para aprender a subir y bajar rampas a 4 ruedas, el paciente tendrá que tener un buen control de tronco ya que su postura varía según sea subir o bajar rampas. Esto requiere un aumento de esfuerzo con movimientos cortos, repetidos y rápidos.

Se pueden utilizar técnicas como el zigzag para reducir el esfuerzo y controlar la velocidad o utilizar ligeramente los frenos o los aros.

Fase 5ª: En un sólo bloque superficie con caída lateral

Mantener un buen control de tronco para nivelar la silla y buscar apoyos (árbol, farola), para no caer.

Fase 6ª: Alcanzar objetos

Para recoger algún objeto del suelo, se debe mantener siempre algún punto de apoyo para evitar que la silla pueda volcar. Para ello, nos aseguraremos de que las ruedas estén bien colocadas y los frenos puestos. El punto de apoyo podrá ser: sobre sus propias piernas, el chasis de la silla o sobre algún elemento firme que tengamos cerca.

Fase 7ª: Bordillos

Para movernos por nuestras ciudades poco adaptadas, entrenaremos subir y bajar bordillos, desde los más bajos hasta los mas altos (20 cm.).

Técnicas:

  • Impulsar la silla, levantar las ruedas delanteras al aproximarnos al bordillo y, posteriormente, subir las traseras con otro impulso, empujando el tronco hacia delante.
  • Con la técnica del caballito: acercarse al bordillo subir las ruedas delanteras y con otro impulso las ruedas traseras, como en el caso anterior impulsar con el tronco.

Para bajar, se debe utilizar la técnica del caballito, controlar la silla con el movimiento del tronco y los aros propulsores.

Fase 8ª: Lluvia

En caso de lluvia, se debe tener cuidado al frenar, pues tanto las cubiertas de las ruedas como los aros propulsores perderán adherencia como consecuencia del agua.

Fase 9ª: Situaciones varias: ascensor, coche

Para entrar en el ascensor nos situaremos a una distancia suficiente de la puerta que nos permita asir el tirador, abrir y avanzar, sujetando la puerta con el codo y con la propia silla mientras entramos. Si el espacio es muy justo, nos acomodaremos utilizando la técnica ya aprendida de “saltos posicionales”. Para salir haremos lo mismo pero a la inversa.

Para entrar en el coche, una vez sentados, retiramos el cojín y lo colocamos en el asiento del acompañante. Retiramos las dos ruedas propulsoras, plegamos la silla (en el caso de chasis plegable) o abatimos el respaldo (en el caso de chasis rígido). A continuación, desplazamos el asiento hacia atrás y pasamos la silla por encima de nosotros colocándola de forma segura en el asiento del acompañante, para salir, la técnica es igual pero a la inversa.

Utilizar los puntos de apoyo, para no perder el equilibrio e incluso productos de apoyo que facilitan la trasferencia como tablas o asientos giratorios.

Fase 10ª: Sitios irregular y caídas

Es muy importante vigilar el terreno por el que se mueve la silla de ruedas. Si las superficies son irregulares, se debe circular despacio, hacer caballitos o equilibrios a dos ruedas. También en terrenos blandos, superficies con rejilla, césped, arena.

Caídas: de espaldas, colocar los brazos hacia atrás para reducir el golpe. Para subir a la silla desde el suelo, treparemos por la silla o buscaremos un punto de apoyo externo.

Fase 11ª: Situaciones varias: 2ª parte, cruzar, circular de noche, escaleras mecánicas

Los mismos cuidados que el resto de los peatones. Se debe evitar, en la medida de lo posible, utilizar las escaleras mecánicas, no son muy seguras. En las rampas, sujetar el pasamanos o a los aros de propulsoras de la silla para minorar la velocidad.

Fase 12ª: Consejos para la personas acompañantes o cuidadores.

Para subir o bajar bordillos se tiene que utilizar el pisón trasero de la silla y controlar el tronco del usuario. Los bordillos altos se suben, preferiblemente, de espaldas.