Mantener una buena postura en las actividades que hacemos a lo largo del día es clave para evitar dolores y lesiones de espalda e, incluso, para cuidar nuestro suelo pélvico. Sin embargo, a menudo somos incapaces de mantener una postura correcta durante mucho tiempo; bien sea por la debilidad o desuso de la musculatura de la faja abdominal o por el tono excesivo de la musculatura de la espalda. Los ejercicios hipopresivos nos pueden ayudar a conseguirlo.

¿Qué son los ejercicios hipopresivos?

Existen técnicas en fisioterapia, como la hipopresiva, que mejoran nuestra postura. Lo hacen eliminando las tensiones y bloqueos que nos frenan y a su vez, tonificando la musculatura de la faja lumbopélvica y abdominal sin presionar las estructuras y órganos internos.

El concepto hipopresivo, hace alusión a la escasez o disminución de presión en la cavidad  intraabdominal.

Esta técnica se realiza con un entrenamiento postural, siguiendo estas cuatro pautas:

  • Autoelongación: estiramiento axial para provocar una puesta en tensión de los músculos espinales profundos y extensores de la espalda.
  • Doble mentón: inhibición de la musculatura del raquis para activar la musculatura abdominal. 
  • Decoaptación de la articulación glenohumeral que provoca una abducción escapular y una activación de  los músculos serratos, actuando así a su vez sobre la inhibición del diafragma.
  • Adelantamiento del eje de gravedad y flexión de rodillas: disminuye la presión del diafragma.

Un vez  aprendida y automatizada la postura hipopresiva, se añade al ejercicio una apnea en fase espiratoria para potenciar la activación de las fibras de la faja abdominal. La duración de la apnea dependerá del nivel del participante. El objetivo es alcanzar 25 segundos de apnea en la postura mantenida, aunque lo indicado es comenzar con apneas de corta duración hasta llegar al objetivo planteado.

La práctica de estos ejercicios de forma disciplinada (2-3 veces por semana) ayuda a crear una postura correcta automatizada, y así integrarla fácilmente en nuestras de la vida diaria.

Las posturas hipopresivas pueden ser estáticas y  dinámicas. Se realizan en:

  • Bipedestación
  • De rodillas
  • Intermedia (*)
  • En decúbito
  • Cuadrupedia
  • Sentado Sastre
  • Sentado Playa

* postura hipopresiva que se debe realizar para pasar de una postura (ejemplo: de pie a rodillas) a otra, en la cual, pueden solicitarse apneas espiratorias según lo estime el fisioterapeuta.

 

 

Postura de Bipedestación

Postura sentado Sastre

Postura de Bipedestación

Postura decubito

Postura de rodillas

Postura cuadripedia

Técnica hipopresiva para la rehabilitación de pacientes con patología lumbar

La integración y enseñanza de la técnica hipopresiva a los pacientes con patología  lumbar puede ser beneficiosa porque:

  • Fortalece la musculatura de la faja abdominopélvica y lumbar sin esfuerzos sobre dichas zonas.
  • Disminuye la tensión de la musculatura hipertónica.
  • Permite reeducar y corregir la postura.

 

Patología lumbar y técnica hipopresiva en Asepeyo

Asepeyo registró 46.521 sesiones de fisioterapia en un total del 2.620 pacientes con patología lumbar durante 2016. Entre otras técnicas para tratar patologías lumbares de origen muscular, se realizaron 16.763 actuaciones de estiramientos activos. Con el fin de acelerar el proceso de recuperación, estos estiramientos activos se pueden complementar con gimnasia abdominal hipopresiva (GAH).

En conclusión, más de uno de cada tres pacientes tratados en fisioterapia por lumbalgia pueden beneficiarse de la técnica de los ejercicios hipopresivos.

A su vez, la técnica hipopresiva es muy efectiva para prevenir lesiones lumbares,  cada vez más frecuentes en el entorno laboral.

 

 

Chiara Jordán Salinas.

Fisioterapeuta. Centro asistencial Asepeyo Valladolid.


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