La fractura de los huesos nasales supone una patología frecuente y representan el 50 % de las fracturas del macizo facial. El traumatismo nasal ocurre con más frecuencia en hombres que en mujeres, en una relación de 2:1. La edad de predilección es la segunda o tercera década de vida. Tanto la naturaleza como la extensión de la lesión dependen de las características del trauma. Los traumas laterales son los responsables de la mayor parte de las fracturas nasales.

Recuerdo anatómico

La nariz es una estructura piramidal en la que se distinguen:

  • Base (punta, alas nasales y columela)
  • Dorso nasal
  • Paredes laterales: huesos propios y cartílagos alares

La pirámide nasal tiene una estructura fibrocartilaginosa en sus dos tercios inferiores y ósea en el tercio superior. El cartílago septal contribuye al soporte de la pirámide nasal.

Etiología

Los factores implicados suelen ser:

  • Caídas casuales
  • Agresión física
  • Actividades deportivas
  • Accidentes de tráfico

Clínica

Los síntomas más frecuentes asociados a las fracturas nasales son:

  • Dolor, inflamación, eritema, hematoma
  • Deformidad según la estructura afectada
  • Epistaxis uni o bilateral (generalmente moderada y autolimitada), en su ausencia es muy improbable que exista fractura
  • Insuficiencia respiratoria
  • Hematoma del tabique

Diagnóstico de la fractura nasal

Anamnesis: fecha y hora del traumatismo, mecanismo de lesión, epistaxis, lesiones o intervenciones previas, posible rinorrea y obstrucción nasal. Inspección/Palpación

Externa

  • Crepitación o escalón óseo
  • Dolor e hipersensibilidad
  • Evaluar el dorso y las paredes laterales de la nariz
Interna

  • Rinoscopia anterior
  • Identificar si el tabique está desviado o luxado
  • Buscar la presencia de hematomas
  • Identificar perforación o desviación del septum el tabique

Diagnóstico por la imagen

La radiografía sirve para confirmar el diagnóstico clínico. Se suele utilizar la proyección lateral de huesos propios y la proyección de Waters, que muestran el dorso de la  pirámide ósea, el septum nasal y los hueso faciales adyacentes (orbita y etmoides). El TAC estaría indicado ante la sospecha de lesión del complejo nasoetmoideoorbitario. Ambas pruebas son herramientas esenciales para realizar el diagnóstico y la clasificación de las fracturas.

Las fracturas nasales se pueden clasificar en:

  • Grupo I: fracturas nasales no relacionadas con desplazamiento de los fragmentos ni deformidad septal.
  • Grupo II: fracturas nasales con deformidad septal, desplazamiento de los fragmentos y evolución no superior a cinco días.
  • Grupo III: fracturas nasales con deformidad septal importante o fracturas que exceden los cinco días de evolución.

Tratamiento

En el centro asistencial, si tras realizar la exploración y el estudio radiológico sospechamos que se trata de una fractura nasal, deberemos plantearnos si se debe reducir o no. Está decisión va a depender de la estética nasal y de la función. El manejo inicial de las fracturas nasales está orientado a definir y controlar las epistaxis y el hematoma septal. El control de la epistaxis es de primera elección. Se debe colocar un algodón impregnado en agua oxigenada o oximetazolina al 0,05 % lidocaína al 2 % con epinefrina o adrenalina 1:1000 siempre y cuando no existan contraindicaciones (es el caso de pacientes con HTA sistémica). Fracturas sin desplazamiento (grupo I) se utilizan fijación nasal externa. El tratamiento de las fracturas nasales (grupo II) generalmente requiere de reducción cerrada. Las fracturas  nasales (grupo III)  requieren tratamiento quirúrgico.

  • Reducción cerrada: se deberá realizar cuanto antes, entre las 24-72 horas como máximo, aunque dependerá del grado de tumefacción. Las lesiones detectadas poco tiempo después del traumatismo (1-3 horas) pueden ser reducidas.
  • Taponamiento endonasal cumple una doble función: hace de soporte interno y permite una buena hemostasia.
  • Férula nasal: protege la pirámide nasal mientras se produce la estabilización de la fractura.
  • Antibiótico: dependerá del tipo de fractura.
  • Reducción abierta: en fracturas inestables y conminutas con gran desplazamiento.

Instrucciones post-tratamiento

Medidas generales:

  • Dormir con el cabecero inclinado 45º
  • Hielo en las primeras 12 h
  • Humidificadores
  • Evitar sonarse la nariz, usar gotas lubricantes
  • Reposo relativo

Complicaciones de la fractura nasal

Hematoma del tabique: puede impedir la normal nutrición del septo y producir una necrosis aséptica del cartílago por despegamiento del pericondrio, o predisponer a la formación de un absceso. Por ello, su tratamiento será el drenaje urgente, antibiótico y taponamiento endonasal. Deformidad nasal: estas fracturas son objeto de deformidad durante el desarrollo, o residuales que precisaran de una reconstrucción posterior mediante rinoseptoplastia secundaria. Se recomienda esperar al menos 6 meses para evaluar la cirugía.  

Autora: Carme Reñé Ferrando. Médico del Servicio de Urgencias del Hospital Asepeyo Sant Cugat

Bibliografía

  • Crespo Escudero, JL., Sánchez Aniceto, G., García-Rozado González, A. Fracturas nasales. En Protocolos clínicos de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial; [2006?]. p. 173-79.
  • Tintinalli, J. Medicina de urgencias. 7ª ed. Mc Graw-Hill Interamericana; c2013. p. 1028
  • Guía práctica en el diagnóstico y tratamiento de las fracturas de huesos nasales. Instituto Mexicano de Seguridad Social 2010
  • Pacheco Baldarrago, C. Emergencias nasales diagnóstico y tratamiento. Tema 15.1.

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