Fractura es la pérdida de continuidad ósea. Se produce cuando la fuerza que soporta o se aplica sobre el hueso es superior a la resistencia de éste.

Dentro de las fracturas de muñeca la más frecuente es la fractura de Colles. Se produce a 1-2,5 cm. por encima de la articulación radio-carpiana con desplazamiento dorsal del fragmento inferior. El mecanismo es siempre el mismo, apoyo violento de la mano extendida, concretamente del talón de la mano contra el suelo. La necesaria inmovilización que conlleva su tratamiento, junto con el uso de un cabestrillo, presenta en el paciente importantes limitaciones en sus actividades de la vida diaria.

Nuestro objetivo es que el profesional de enfermería se adelante a dichas limitaciones para prevenirlas y, si no es posible, detectar complicaciones de forma precoz y dar soluciones o alternativas que sirvan para sucesivos pacientes con la misma patología.

Metodología:

Tras realizar una revisión bibliográfica en la base de datos Cuiden sobre la utilización de modelo de Virginia Henderson para la toma de decisiones del proceso enfermero, se planteó la elaboración del plan de cuidados teniendo en cuenta:

  • Ultilizar el modelo de Virginia Henderson, bajo la interpretación que del mismo hacen Luís, Fernández y Navarro.
  • Utilizar, además, la taxonomía II de la NANDA, desde la óptica de su aplicación en el modelo de irginia Henderson, tal y como propone Luís Rodrigo.
  • Utilizar la Clasificación de las intervenciones de Enfermería (Nursing Interventions Classification – NIC) y la Clasificación de los resultados de Enfermería (Nursing Outcomes Classification – NOC).
  • Como instrumento de recogida de información y planteamientos de problemas detectados, de objetivos y de actividades a realizar utilizamos una plantilla de recogida de datos.
  • Siguiendo la Clasificación de Intervenciones de Enfermería (CIE) se ponen en marcha diferentes intervenciones con relación a los diagnósticos identificados.

Conclusión:

La planificación de cuidados enfermeros es cada vez más importante en la asistencia sanitaria, ya que nos permite aplicar unos cuidados estandarizados, homologados y eficaces en nuestra práctica diaria. De hecho, ya existen numerosos planes de cuidados al alcance de todos, con los que se intenta unificar criterios a la hora de realizar los cuidados. A su vez nos ayudamos de las etiquetas diagnósticas de la NANDA, de los NIC y de los NOC. Es decir, utilizamos un lenguaje enfermero común. La planificación de cuidados ayuda en la comunicación entre el personal de enfermería, haciéndose responsables de la situación y cuidados del paciente a su cargo.

Los objetivos en nuestro caso se ven cumplidos porque el paciente durante su periodo de baja laboral participa en su autocuidado, respecto higiene y vestido, y al alta realiza su autocuidado con el máximo nivel de independencia.

Fuente: Portal Sanitario Asepeyo