El tratamiento con plasma rico en plaquetas es una de las técnicas englobadas dentro de la medicina regenerativa. Se trata de un concentrado de plaquetas en un volumen establecido de plasma, que se obtiene por centrifugación de la sangre.

En la biología regenerativa, se parte de la idea de que la inflamación es importante en el proceso de reparación y que cortar el proceso inflamatorio interfiere de forma negativa en la curación de los tejidos.  A partir de esta idea, lo que se pretende es curar la lesión, activando las células y modulando la inflamación evitando, que sea excesiva,  a través de los siguientes procesos:

  •  Estimular la proliferación y la función celular
  •  Angiogénesis 
  •  Formación de matriz extracelular  
  •  Intentar evitar la fibrosis

El objetivo que se pretende con el tratamiento de PRP, es aprovechar el contenido de los gránulos de las plaquetas para estimular, mejorar la curación y la regeneración de los tejidos, para que recuperen su función original tras haber sufrido una lesión. En este sentido, se ha estudiado la función de las plaquetas en el proceso de reparación /regeneración/curación de los tejidos y su posible aplicación clínica.

Las plaquetas se originan a partir de los megacariocitos, que producen una serie de sustancias con actividad biológica, que se acumulan en distintos gránulos citoplasmáticos y se liberan cuando son activadas. De ellos, los que más nos interesan son los gránulos alfa, en los que se concentran entre otros, los factores de crecimiento plaquetario.

Existen más de 200 factores de crecimiento y  a día de hoy, los que más nos interesan o cuya función conocemos mejor, son:

  • PDGF: Factor de crecimiento derivado de las plaquetas. Estimula la proliferación celular, la angiogénesis, la formación de colágeno y estimula los macrófagos.
  • VEGF: Factor de crecimiento endotelial y vascular. Estimula la angiogénesis y la vasculogénesis.
  • EFG: Factor de crecimiento epitelial. Favorece la angiogénesis y estimula el crecimiento de las células epiteliales.
  • FGF: Factor de crecimiento fibroblástico: favorece la epitelización.
  • IGF: Factor de crecimiento insulin like. Regula el crecimiento celular.
  • TGF b: Factor de crecimiento transformante beta. Estimula la epitelización, regula la inflamación y el crecimiento óseo.

En el plasma también vamos a encontrar sustancias bioactivas: factores de crecimiento, citoquinas, factores del complemento… que intervienen el los procesos de curación.

Todas estas moléculas son importantes  para un correcto funcionamiento del proceso de curación tisular. Cada una de ellas por si sola no actúa del mismo modo. Se está estudiando también el papel de los leucocitos, fundamentalmente el de los monocitos, por su importancia en el proceso de reparación  y regeneración tisular.

Funciones de los factores de crecimiento

Los factores de crecimiento  son:

  • Señalizadores y mediadores de la comunicación intercelular. 
  • Activan la diferenciación de las células madre locales y lejanas y la producción de matriz extracelular. 
  • Modulan la actividad de los macrófagos según la fase de curación en que nos encontremos, inclinando la balanza hacia el tipo M1 (Inflamatorio y eliminación de detritus) o M2 (Reparador).
  • De forma indirecta, a través de la estimulación de los leucocitos, se reclutan y activan monocitos.
  • De forma directa e indirecta estimulan la angiogénesis importante para la llegada de nutrientes y oxígeno al foco de lesión.
  • Disminuye la producción de proteasas, citocinas inflamatorias y evita la apoptosis celular, modula la inflamación , no la elimina.

Método de obtención del PRP

Existen varios sistemas de obtención de los factores de crecimiento. Básicamente, consisten en:

  1. Extracción de sangre por venopunción
  2. Centrifugación de la sangre, que puede ser simple o doble
  3. Separación de las fracciones de la sangre: hematíes, leucocitos, plasma rico en plaquetas y plasma pobre en plaquetas
  4. Activación o no de las plaquetas: Sales de calcio, trombina autóloga, sonicación, congelación/descongelación, calor…
  5. Aplicación:  Puede ser ambulatoria o en quirófano. Intraósea, tendinosa, muscular, articular…

Según el método utilizado, obtendremos distintos productos:

  • Plasma rico en plaquetas y pobre en leucocitos
  • Plasma rico en plaquetas y rico en leucocitos
  • Y, cualquiera de ellos, con activación o no de las plaquetas

Además, existen factores del propio paciente, como el estado de nutrición y la edad, que van a influir en el resultado y en el producto obtenido.

Indicaciones y contraindicaciones del tratamiento con PRP

El tratamiento con PRP está indicado en los siguientes casos:

  • Patología degenerativa de cartílago (condropatías y lesiones condrales leves)
  • Tendinopatías crónicas rebeldes a otros tratamientos.
  • Lesiones musculares (rupturas parciales).
  • Lesiones meniscales no tributarias de meniscectomía y síndromes postmeniscectomía.
  • Entesopatias (epicondilitis y epitrocleitis)
  • Lesiones ligamentosas con dolor crónico.

Antes de realizar un tratamiento con PRP, debemos considerar el momento más adecuado para su aplicación. Hay  que pensar que lo ideal es realizar un tratamiento inicial conservador, consistente en reposo, antiinflamatorio, con ejercicio controlado, y fisioterapia para restablecer la función articular. Si esto fracasase o  persistiese la sintomatología, es cuando se puede valorar el tratamiento ortobiológico y, entre ellos, el uso del PRP. El tratamiento con PRP debe ir acompañado de una  fisioterapia bien dirigida.

Puede ayudar también a conseguir mejores resultados en algunas cirugías, como pueden ser las ligamentoplastias. Con la aplicación de  las técnicas de biología regenerativa, se puede conseguir disminuir el número de cirugías y secuelas secundarias a las lesiones.

El tratamiento con PRP puede tener las siguientes contraindicaciones:

  • Algunas coagulopatías
  • Infecciones activas
  • Neoplasias en las que no es posible aplicar el tratamiento y existe normativa legal, según Comunidades, que hay que cumplir. Por ello, el paciente debe ser valorado por el médico responsable de la aplicación del tratamiento, que será el que tome la decisión definitiva consensuada con el paciente.

Conclusiones

La inflamación es parte de la curación de los tejidos, debemos respetarla y, en todo, caso modularla cuando es excesiva. El proceso de curación pasa por una serie de etapas que se superponen entre sí:

  • La formación del coágulo
  • Fase inflamatoria 
  • Fase proliferativa
  • Remodelación

La biología regenerativa pretende:

  • Modular la fase inflamatoria
  • Estimular la fase proliferativa (activación celular, formación de matriz extracelular estímulo de la angiogénesis) 
  • Disminuir la fibrosis

Está orientada a la regeneración, dentro de lo posible, del tejido original, evitando la fibrosis, ya que el tejido cicatricial no posee las mismas características y propiedades que el tejido original. El PRP y los factores de crecimiento son uno de los métodos de que disponemos dentro de la medicina regenerativa, orientados hacia los citados objetivos. Su forma de actuación es estimular la fase proliferativa y modular la inflamación.

Aunque hay una amplia experiencia en los beneficios y seguridad de este tipo de tratamiento, todavía hay que seguir investigando y se está trabajando mucho para llegar a saber cómo actúa y cómo funcionan las interacciones entre las diferentes sustancias bioactivas y células que participan en el proceso de curación.

 

Bibliografía

  • Platelet Rich Plasma. Regenerative Medicine: Sports Medicine, Orthopedic and Recovery Of Musculoesqueletical Injuries. José Fabio Santos Duarte Lana.  ISBN 978-3-642-40116.9. Lecture Notes In Bioengineering – Springer  
  • Platelet Rich Plasma in Musculoeskeletical Practice. Nicola Maffulli. ISBN 978-1-4471-7270-3. Springer  
  • Bio-Orthopaedics a New Approach. Alberto Gobbi. ISBN 978-3–662.54181.4. Springer
  • Platelet Rich Plasma in Orthopaedics and Sport Medicine. Eduardo Anitua. ISBN 978-3-319-63729-7
Autor: Dr. Marcial Cosme Fernández. Traumatólogo de referencia del área de Madrid de Asepeyo