El pasado 1 de septiembre de 2016 se confirmaron los dos primeros casos autóctonos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo  detectados en España y Europa Occidental , situación que ha determinado la puesta en marcha de actuaciones dirigidas a la ampliación y actualización de los protocolos de vigilancia de las fiebres hemorrágicas víricas, por parte del ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y las Comunidades Autónomas.

Según informe de la OMS, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad causada por un virus (Nairovirus) transmitido por garrapatas. Dicho virus causa brotes de fiebre hemorrágica viral, con una letalidad que oscila entre el 5% y el 40%. Es una enfermedad endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia.

Transmisión de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

El virus se transmite a las personas por la picadura de la garrapata del género Hyalomma o por contacto con la sangre y tejidos de animales infectados (principalmente rumiantes domésticos y salvajes). La transmisión de persona a persona se realiza por contacto estrecho con sangre, secreciones y fluidos de las personas infectadas sintomáticas o fallecidas, o por contacto con ropa u objetos contaminados con sangre o fluidos corporales. Los virus pueden penetrar a través de las mucosas, erosiones cutáneas, pinchazos de agujas contaminadas, relaciones sexuales, etc..

Las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad son:

  • Personas con actividades laborales o de ocio en zonas rurales en las que circula el virus de Crimea Congo entre los animales y que hayan sufrido una picadura de por garrapatas infectadas.
  • Criadores de ganado, trabajadores de granja, trabajadores de los mataderos y veterinarios en áreas en las que circula el virus de Crimea Congo que estén en contacto con animales portadores del virus.
  • Personal sanitario después de haber estado expuesto a la sangre y secreciones de pacientes infectados durante la fase aguda de la enfermedad, sin las medidas adecuadas de protección.

Se ha propuesto también una posible vía de transmisión por aerosoles conteniendo partículas infecciosas, que pueden ser debidos a procedimientos de laboratorio, autopsias, limpieza de las habitaciones, aireación de las sábanas o ropas contaminadas, o los generados a partir de orina o heces de roedores u otros animales infectados.

No hay evidencias de transmisión de la enfermedad durante el periodo de incubación, en ausencia de fiebre u otros síntomas. Tampoco se ha documentado transmisión secundaria a contactos ocasionales (en transportes públicos o a otros contactos ocasionales no próximos), a partir de pacientes febriles sin otros síntomas.

Mapa de distribución actual de de la garrapata Hyalomma

Distribución geográfica de la garrapata ‘Hyalomma marginatum’, transmisora de la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo. Imagen de European Centre for Disease Prevention and Control.

 

Signos y síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

La clínica evoluciona en cuatro fases, aunque un alto porcentaje de infectados no llegan a presentar ningún síntoma:

El periodo de incubación tras la picadura de garrapata  oscila de 1 a 3 días, pudiendo llegar a 9. Si la transmisión es a través del contacto con sangre o tejidos infectados puede llegar a los 13 días.

En el periodo prehemorrágico (4-5 días), los síntomas comienzan de forma súbita: fiebre de instauración brusca, dolores musculares, mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación ocular y fotofobia. También puede presentarse nauseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta, con cambios de humor y confusión.

Periodo hemorrágico (2-3 días), en el que aparecen hematomas pequeños (petequias) que luego pueden aumentar en piel y mucosas. Se pueden producir sangrados de nariz, encías, , gastrointestinales (vómitos de sangre o heces negras), sangrados vaginales, uterinos, de tracto urinario (hematuria) o respiratorio (hemoptisis), incluso hemorragias cerebrales. Normalmente hay signos de hepatitis y pueden sufrir un deterioro rápido renal, con fallo hepático o pulmonar.

El periodo de convalecencia o recuperación comienza pasados 10-20 días del inicio de la enfermedad; puede ser lento y presentar síntomas como pulso débil, polineuritis, dificultad para respirar, sensación de boca seca, disminución de la agudeza visual, pérdida de audición y de memoria.

Tratamiento de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

El tratamiento de apoyo para control de los síntomas puede mejorar el pronóstico, siempre que se administre precozmente. Actualmente no existe un medicamento específico que cure la FHCC. Algunos antivirales como la ribavirina y el favipiravir,  se utilizan para tratar estos casos. Si bien la eficacia de estos tratamientos no está plenamente demostrada, se considera que su efectividad en humanos sería mayor cuanto más precozmente se administre.

Actualmente, no hay ninguna vacuna segura y eficaz disponible para uso humano. La única manera de reducir la infección humana es la sensibilización sobre los factores de riesgo y la educación de la población sobre las medidas que se pueden adoptar para reducir la exposición al virus.

Prevención y control

Las recomendaciones de salud pública para evitar la infección en humanos se basa en tres puntos:

  • Reducción del riesgo de transmisión de garrapatas al ser humano: ropa protectora (manga larga, pantalones largos dentro de las botas), ropa de colores claros para detectar las garrapatas, uso de acaricidas y repelentes autorizados, revisión habitual de ropa y piel, control de infestaciones en animales y evitar las zonas en que abundan las garrapatas y las estaciones en que están más activas.
  • Reducción del riesgo de transmisión de los animales al hombre: utilización de guantes y ropa protectora en la manipulación de los animales y sus tejidos en zonas endémicas, sobre todo durante matanza y despiece. Someter a los animales a cuarentena antes de llevarlos al matadero o tratarlos sistemáticamente con plaguicidas dos semanas antes de la matanza. No se dispone de vacunas para los animales.
  • Reducción del riesgo de transmisión entre personas de la comunidad, evitando el contacto físico próximo con personas infectadas utilizando equipos de protección al atender a los enfermos. En el ámbito sanitario, los profesionales que atiendan a pacientes con presunta o confirmada fiebre hemorrágica de Crimea-Congo o que manipulan muestras, deben aplicar las precauciones estándar de control de infecciones y asegurar que todas las personas que van a estar en contacto con el paciente, o con sus fluidos o secreciones utilicen equipos de protección individual de contacto y de transmisión por gotas/aerosoles. Se debe utilizar instrumental médico de bioseguridad de uso exclusivo o si es reutilizable, aplicar técnicas de esterilización adecuadas y prácticas de enterramiento seguras.
  • Las muestras obtenidas de las personas con supuesta fiebre hemorrágica de Crimea-Congo deben ser manejadas por personal debidamente preparado en laboratorios con equipos idóneos.

Las recomendaciones para controlar la infección deben basarse en las ya formuladas por la OMS para el Ébola y la fiebre hemorrágica de Marburgo.

Para más información

http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/Crimea_Congo/docs/Preguntas_y_respuestas_FHCC.pdf

Referencias

  • Organización Mundial de la Salud. Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo. Nota descriptiva Nº 208. Enero 2013
  • Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud Carlos III. Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Protocolos de enfermedades de declaración obligatoria. Madrid. 2013 (Protocolo de Vigilancia de las Fiebres Hemorrágicas Víricas).
  • Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.Protocolo de Vigilancia de la Fiebre Hemorrágica por virus Crimea-Congo. Versión 9 septiembre 2016.
  • http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/Crimea_Congo/docs/Protocolo_vigilanciaFHCC.pdf